La bacanal de subsidios que desparramó desordenadamente la demagogia populista del régimen a lo largo de ocho años, ha terminado configurando una enmarañada madeja que amenaza con devorarse hasta a sus propios arquitectos. Veamos, si no, este interesante caso:
Un criterio que a priori pareciera incuestionable a la hora de definir a los sectores elegibles para mantener el beneficio de una tarifa bonificada, hace pensar que debieran estar comprendidos entre los beneficiados, aquellos pasivos que perciben la prestación mínima. Sin embargo, esa presunción, que luce tan razonable, cede ante la verificación de que sólo un 29% de los 1.800.000 nuevos beneficiarios incorporados al sistema sin haber cumplimentado los aportes, por la llamada moratoria previsional, pertenecen a los tres deciles inferiores de la pirámide de hogares ordenados según ingreso familiar per cápita, según surge de un documentado análisis de Ernesto Kritz presentado en Julio de 2010. Lo señalado no hace sino demostrar que la acumulación irresponsable de prebendas y canonjías varias, demandará apelar a la microcirugía para desmantelar esa extravagante construcción, exigencia que aparece desproporcionada para una caja de herramientas que apenas parece contar con un hacha y una tenaza.
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Pasa que luego de aprovechar los peajes del retorno de las discrecionales entregas de los subsidios, y de haber financiado con ello "la construccion de poder" ahora el mismo pueblo taimado y abusado, debe hacerse cargo de pagar los aumentos de tarifas a los empresarios colocados o domesticados por este gobierno, para que ellos retornen lo devido, total EL TONTO MUERE PERO LA TONTA QUEDA PREÑADA. y asi sine die, que tal pascual.
ResponderEliminarUriel:
ResponderEliminarCoincido. Algo parecido escribí en este artículo.
Te paso el link por si te interesa
http://www.adnmundo.com/contenidos/econycom/subsidios_opinion_analisis_ricardo_saldana_para_adnargentina_29_11_11_ec.html