El breviario K, que repiten con contumaz obsecuencia los disciplinados profetas del pomposamente autodenominado “modelo”, nunca omite una referencia a la llamada “incorporación al sistema previsional” de 1.800.000 jubilados, orgullosamente exhibido como el sello de calidad de su política social.
Tratándose de un gobierno que –parafraseando a nuestro mentor George Orwell- ha hecho del engaño consciente su acto esencial, no sorprende que la supuesta “conquista”, sea apenas una burda falacia.
La prédica oficial -auténtica muletilla del “manual de estilo del funcionario K”- ha sido tan contumaz, que ha terminado por confundir a unos cuantos distraídos que, inexplicablemente, no reparan en la agraviante injusticia que la implementación de esa medida representa para la clase pasiva.
Basta posar la mirada en la atrofia degenerativa que presenta el sistema -jubilación indiscriminada sin requisitos de aportes-, para que se despliegue en toda su dimensión la grosera inconsistencia de la argumentación oficial, ya que, en la práctica, la celebrada incorporación de 1.800.000 nuevos beneficiarios al sistema, se termina financiando con el ahorro generado por la deliberada mengua provocada en los haberes de quienes aportaron a lo largo de toda su vida laboral. Lo que se dice,… una auténtica redistribución entre pobres..!!!.
La justicia de dar cobertura social a nuestros mayores en estado de vulnerabilidad, está fuera de toda discusión. Pero el sentido común indica que la demanda debiera atenderse por fuera del sistema previsional, que carga ya con demasiadas distorsiones, evitando, por sobre todo, que su costo grave la de por sí anémica condición de los actuales y futuros jubilados.
El esquema de moratoria adoptado ha cambiado radicalmente la situación presente y futura del sistema previsional argentino, introduciendo un cambio estructural en la lógica de financiamiento del ya remendado modelo, con letales consecuencias para su sustentabilidad.
• Los beneficios otorgados a través de la moratoria alcanzan ya al 40 % del total de jubilaciones y pensiones que paga el sistema, y representan más del 30 % de las erogaciones totales en prestaciones previsionales
• 1 de cada 3 beneficios que paga el sistema previsional no fue respaldado por los aportes correspondientes.
Haciendo una cuenta simple, si consideramos que hacer frente a 1.800.000 nuevas prestaciones mínimas significa para el sistema una erogación anual neta de $ 21.000 M, que no cuenta con financiación específica, esto significa que cada uno de los 5.200.000 jubilados, que sí han efectuado sus aportes, deberán contribuir con $ 309.- mensuales (o el 27% de la prestación promedio), que en ausencia de este nuevo compromiso, el sistema podría haber derivado a engrosar sus magros haberes, con lo que hubiera elevado la jubilación media, de los actuales $ 1.157.- a $ 1.466.- (a valores Agosto 2010)
Sería de toda justicia que, así como la comunicación oficial ha dispuesto transparentar los subsidios que abaratan las tarifas de los servicios públicos, mediante mensajes en las facturas, tan meticulosos que hasta incluyen una comparación con los valores prevalecientes en los países vecinos, nuestros sacrificados jubilados merecezcan un reconocimiento similar.
Con ese propósito, sugiero que ANSES incluya en los recibos de las jubilaciones una leyenda con este texto:
SR. JUBILADO:
LE HACEMOS PRESENTE QUE EL 27% DEL HABER JUBILATORIO QUE LEGITIMAMENTE LE CORRESPONDERIA SE DESTINA A EXTENDER LA COBERTURA PREVISIONAL A 1.800.000 COMPATRIOTAS QUE NO HAN EFECTUADO SUS APORTES. NO DUDAMOS QUE SU ESPIRITU SOLIDARIO LO HARA SENTIRSE ORGULLOSO DEL DESTINO DADO A ESA PORCIÓN DE LOS APORTES QUE SUPO ACUMULAR A LO LARGO DE SU VIDA LABORAL. ESTA MUESTRA DE SENSIBILIDAD SOCIAL HA SIDO POSIBLE GRACIAS AL GOBIERNO DE NUESTRA PRESIDENTA DRA. CRISTINA FERNANDEZ DE KIRCHNER.
