"EN TIEMPOS DE ENGAÑO GENERALIZADO, DECIR LA VERDAD ES UN ACTO REVOLUCIONARIO"

George Orwell

30 de abril de 2011

Pobreza argumental

El debate abierto en torno del ejercicio de los derechos políticos derivados de las tenencias accionarias en manos de la ANSES, resulta paradigmático para entender la pasmosa facilidad con que el régimen logra instalar sofismas, con la inestimable ayuda de la pobreza argumental de la abrumadora mayoría de sus supuestos contradictores.

En rigor, poco se ha escuchado o leído acerca del fundamento más contundente contra cualquier pretendida justificación de este nuevo atropello:
Los activos hoy en poder del Estado a raíz de la vergonzosa confiscación dispuesta por la Ley 26.425, desconociendo la expresa voluntad de sus legítimos propietarios, constituyeron, en su momento, inversiones de las administradoras de esos recursos con el exclusivo propósito de constituír un Fondo Patrimonial, cuya valorización permitiera hacer frente a futuras prestaciones previsionales. En tal virtud, los límites al ejercicio de los derechos políticos establecidos para esas tenencias por la Ley 24.241, respondían al expreso y razonable criterio -de aplicación común para los Fondos de Pensión- de resguardar la gestión ante intenciones que pudieran desnaturalizar sus objetivos empresarios, impropias, por otra parte, de la función de un inversor institucional. Si la ponderada evaluación del legislador, oportunamente consideró necesaria la restricción, no obstante las naturales limitaciones cuantitativas derivadas de la atomización de las tenencias entre un conjunto de inversores independientes, no hay duda que la misma resulta imprescindible frente a la peligrosa concentración en manos del Estado engendrada por la reforma, que avanza sobre el principio de organización económica consagrado en la Constitución Nacional.
Resulta absolutamente falaz, en consecuencia, reducir la discusión a la cuestión abstracta de si una tenencia accionaria genera derechos políticos.

En cuanto a los dividendos, el tema de fondo que el debate superficial maliciosamente omite, debiera apuntar a reconocer que el propósito de un Fondo de Pensión -o de "sustentabilidad", como pomposamente se lo ha denominado- está por naturaleza orientado a maximizar la valorización patrimonial del activo a largo plazo, antes que al cobro de rentas. Resulta inocultable que el criterio rentístico que se defiende desde el poder, encubre otro manotazo destinado a alimentar la insaciable demanda de recursos que impone la bacanal de gasto público.




22 de abril de 2011

Política y Economía

Uno de los clichés de la insoportablemente reiterativa, inconsistente, e impostada defensa del ciclo de gobierno iniciado en 2003, es que ha logrado subordinar la economía a la política. 

Supongamos por un instante que el precio de la soja cae abruptamente a los precios que tenía en 2003, a consecuencia de alguna contingencia internacional no controlable por nuestro país (crisis política en China, descubrimiento de algún sucedáneo, apreciación del dólar por un cambio en el escenario internacional, etc). Alguien seriamente podría negar que tal circunstancia sería letal para la continuidad de este gobierno, cuya sustentabilidad social descansa en la posibilidad de sostener una artificial estabilidad del tipo de cambio, y cierta holgura fiscal para alimentar el clientelismo y el populismo demagógico, ambas, hijas gemelas de esta inédita bendición de términos de intercambio que constituyen una potente vacuna contra políticas económicas desastrosas ?
Yo diría que es exactamente al revés, el milagro de la subsistencia de esta aventura política que nos gobierna, sólo resulta explicable por las condiciones inéditamente pródigas de una economía internacional, que tornan imposible un desempeño económico insatisfactorio para un país con nuestra dotación de recursos. Hoy la política esta mas subordinada que nunca a la economía. 

19 de abril de 2011

El felpudismo no paga

La polémica desatada a partir del Decreto 441/2011, que arbitrariamente deja sin efecto el tope del 5% en los derechos políticos de la ANSES como accionista minoritario, en aquellas empresas cuyas tenencias acccionarias le fueron transferidas a consecuencia de la expropiación de los ahorros de los trabajadores que administraban las AFJP, invita a una reflexión acerca de las calidades de nuestra dirigencia empresaria.

En verdad, la decisión en cuestión es directa consecuencia del desconocimiento de los derechos de los trabajadores sobre los fondos que tenían depositados en las AFJP, que fue apenas tibiamente cuestionada por las centrales empresarias, cuando no tácitamente apoyada, si bien gracias a WikiLeaks nos venimos a enterar que fue criticada con sordina ante LA EMBAJADA. Así ocurre desde 2003, en que la cúpula del empresariado, salvo muy honrosas excepciones, parece haberse convertido en un club de aplaudidores seriales de las arengas de Olivos.

Debe reconocerse que a NK le bastó apenas el montaje de la realidad ficcional de un poder omnímodo, para someter precozmente por el miedo, a un empresariado reconocidamente adocenado, prebendarlo y servil.
Pero hay dos episodios que resultan absolutamente paradigmáticos:

* El 10 de diciembre de 2007, en un encuentro organizado por la Cámara de Comercio Argentino-Venezolana en el hotel Sheraton de Buenos Aires, 500 empresarios argentinos aplaudieron calurosamente las citas de Fidel Castro que hizo Hugo Chávez Frías, presentado como “comandante” por el hoy diputado Carlos Heller.

* Dos años antes, el 25 de noviembre de 2005, en el marco del 41° Coloquio de IDEA, en Mar del Plata, la elite del empresariado vernáculo ovacionó al por entonces Ministro de Economía, Dr. Roberto Lavagna, que los había adoctrinado sobre las restricciones al derecho de propiedad.

En rigor, si nuestra sociedad atesora un mercado negro de valores, los empresarios pueden considerarse entre los operadores más aventajados. Resulta difícil imaginar mayor claudicación que renegar de los propios principios.

Por eso, en esta hora en que ven amenazado su derecho a ejercer la conducción de sus empresas, bien les cabría aquel reproche que la leyenda atribuye a la Sultana Aixa, cuando le recriminó a su hijo Boabdil, último rey moro de Granada, afligido por la derrota a manos de los Reyes Católicos:
 "No llores como mujer lo que no supiste defender como hombre"

10 de abril de 2011

A 35 AÑOS DEL GOLPE

Como había adelantado en el post del 23 de marzo, aquí pueden escuchar el bloque de nuestro programa País Adelante (Edición Jueves), donde recordamos algunas aristas que el relato oficial ha ido desdibujando intencionadamente, desnaturalizando la verdadera naturaleza del episodio.