"EN TIEMPOS DE ENGAÑO GENERALIZADO, DECIR LA VERDAD ES UN ACTO REVOLUCIONARIO"

George Orwell

25 de enero de 2012

A voluntade.....

SATISFACCION AL CLIENTE
Es reiterada, en conversaciones con amigos y familiares, la común reflexión acerca de la notable diferencia que se percibe entre la obsesiva propensión a monetizar el centímetro cuadrado de arena, que expresa la enfermiza compulsión argentina por maximizar la renta de ese bien escaso, con la relajada concepción que, en igual condición, se disfruta en las playas brasileras, en donde no se exige inmediato ni compulsivo consumo o desembolso alguno, a cambio de un cacho de sombra, o una reposera. En este caso se me ocurrió interesante documentar otra diferencia positiva a favor del turismo en el país vecino, como es la inclaudicable vocación por satisfacer al cliente. Estando en una tranquila y alejada playa en el litoral norte de Alagoas, que contaba con una aceptable infraestructura, a unos turistas locales se les ocurrió innovar respecto de la a mi juicio adecuada localización de las mesas, pidiendo que les instalaran mesas, sillas y sombrillas en el medio de la playa. Por cierto que allí corrieron solícitos los asistentes a satisfacer el capricho. Invito a imaginarnos el desenlace de una situación similar en cualquier balneario de nuestra costa atlántica.

14 de enero de 2012

Integración latinoamericana ?

Estoy en el nordeste de Brasil, en plan de vacaciones, y luego de haber padecido junto a 180 compatriotas, -orgullosos portadores de nuestra "Cédula Mercosur"- los noventa minutos que le demandó a la oficina de migraciones del hermoso aeropuerto de Maceio, despachar a quienes componíamos el homogéneo pasaje de un vuelo charter embarcado en Ezeiza, con inconfundibles finalidades turísticas, no puedo menos que ensayar una reflexión. Al igual que me sucede cada vez que viajo a Montevideo, se me representa la abismal distancia que existe entre las reiteradas, almibaradas y conceptuosas declaraciones y acuerdos, que coronan desde hace más de un cuarto de siglo centenares de pomposas cumbres del Mercosur, y las realizaciones que se les corresponden, donde nuestros representantes, haciendo gala de una incompetencia incomparable, no han podido plasmar aún un modesto protocolo que, en línea con la vocación integradora declamada por el organismo regional, facilite el movimiento dentro del ámbito de la región, de los ciudadanos de los países que la integran.
Muchachos -con toda la onda- sus representados le estaríamos muy reconocídos si, en lugar de consumir energías y viáticos pagados por nosotros, golpeándose el pecho declamando engolados parlamentos en favor de la sacrosanta unidad latinoamericana, hicieran al menos algún módico esfuerzo para facilitarle la vida a la gente.

11 de enero de 2012

Capitalismo sin empresarios

Paul Samuelson supo decir que Argentina -junto con Japón- "no calzaba en ninguna sistematización", siendo "tan particular e impredecible, que formaba una categoría aparte". Se me ocurre que nuestra verdadera excepcionalidad no es otra que la curiosidad de declamarnos economía capitalista, careciendo de crédito y de empresarios. Al crédito me referiré en otra oportunidad. Hoy me interesa volver a referirme a los empresarios, complementando los puntos de vista volcados en mis anteriores entradas rotuladas como "Crony Capitalism"
El último viernes, La Nación publicó una nota del presidente de la UIA, que constituye una reiteración del falaz discurso condenatorio de la desindustrialización, supuestamente generada por la demonizada convertibilidad. Es cierto que nadie puede reprocharle a de Mendiguren que no haya sido consecuente con su expresión ..."eran tiempos en los que la política sólo beneficiaba a los capitales financieros en detrimento de la Argentina productiva" ..., siendo que fue uno de los tantos que vendió sus empresas y se llevó los dólares del país, como buen discípulo del visionario Néstor. Tampoco resulta desatinada su evocación a la ..."materialización del sueño perfecto que Martínez de Hoz bosquejó en los años 70"..., claro que el paralelo debió remitirlo al salvaje recorte del 30% del salario real, provocado por la megadevaluación que él mismo vino a imponer, sólo comparable a la destrucción salarial del 76. La remanida apelación a ..."la destrucción de la capacidad productiva"..., sin embargo, es tan seria como puede serlo la leyenda del lobizón. 
Como inapelablemente ilustra el gráfico que sigue, extraído del excelente trabajo de Orlando Ferreres, “Dos siglos de Economía Argentina”,
la merma en la participación de la industria en el PBI es un proceso secular de características globales, que en nuestro país lleva más de tres décadas, y cuya tendencia de largo plazo en modo alguno se acentuó en los 90, y continúa hasta hoy. Se advierte que esa tendencia  sólo se altera significativamente por las caídas cíclicas derivadas por las recesiones 1989/1990 y 2000/2002. De igual forma, se podrían agregar innumerables e incontrastables evidencias, que desnudan la falacia de la destrucción de la industria, que denuncia el jefe de la UIA en su panfleto. Según  un paper de FLACSO -insospechada de contaminación noventista- el PBI Industrial  creció un 14,6% entre 1993 y 1998 (“La industria argentina durante los años noventa: profundización y consolidación de los rasgos centrales de la dinámica sectorial post-sustitutiva”. Daniel Azpiazu, Eduardo M. Basualdo y Martín Schorr. Mayo 2001), así como Adriana Marshall expresa, en el Cuaderno N° 22 del IDES –que no es precisamente una usina del pensamiento neoliberal- que… “en los años 90 se produjo una inflexión de la tendencia general de largo plazo que había caracterizado a los cerca de veinte años anteriores, ya que aumentó la productividad industrial”… a un ritmo anual promedio para la década, del 6,4%(“Fuentes de crecimiento de la productividad del trabajo” Abril 2011).

Mucho mas dañino que el desequilibrio de la estructura económica del que hablaba Marcelo Diamand, el lastre que nos condena a la decadencia es el quebrantamiento de una perversa estructura de poder, cuyo criterio de selección de las representaciones sectoriales parece descansar en el grado de modulación con el discurso oficial antes que en la legitimidad de su caracter.






Ochentismo puro y duro


Vuelve la DECLARACION JURADA DE NECESIDADES DE IMPORTACION....!!!!

Para cuando el AHORRO FORZOSO..?

4 de enero de 2012

La tercera ley de Newton

Muchas veces la física nos provee de herramientas para entender sucesos que exceden su territorio específico. Una manera simple de apreciar la magnitud de un fenómeno es dimensionar la potencia de la acción con que se lo pretende mitigar. Las protestas sociales que por estos días se observan en algunas distritos, como la ciudad de Córdoba, o en las provincias de Río Negro o Santa Cruz -en este caso, "calificada por el vínculo"-, no son sino la manifestación del fin de la bacanal del gasto público, cuyo desborde resulta ya imposible disimular, tanto como evitar el costo político del imprescindible ajuste. Los números no mienten. El presunto milagro del crecimiento de la ocupación, empalidece cuando se advierte que mientras el empleo privado creció un 21% entre 2003 y 2011, el empleo público consolidado lo hizo en un 43%.
Hay que remontarse a José Luis Machinea, o a Domingo Cavallo, en el marco de situaciones abiertamente reconocidas entonces como de emergencia fiscal, para encontrar antecedentes del recorte salarial que se intenta solapadamente llevar a cabo en el sector público, habilitado por la vaguedad de la redacción del artículo 8° del Decreto 324/2011, que el ejecutivo coló en la norma omnibus de reasignación presupuestaria aprobada sobre el cierre de 2011. Lo de "coló", en este caso, está lejos de ser una metáfora, ya que el artículo en cuestión, si bien aplica al año en curso, aparece claramente injertado al final de un articulado que refiere exclusivamente a modificaciones al presupuesto 2011.
El AJUSTE -que en la neolengua K se dice "sintonía fina"- está en marcha, y las primeras escaramuzas no se han hecho esperar.