"EN TIEMPOS DE ENGAÑO GENERALIZADO, DECIR LA VERDAD ES UN ACTO REVOLUCIONARIO"

George Orwell

18 de enero de 2013

Contribuyentes por omisión



Anticipando lo que se aprecia como un año económicamente complejo, apenas promediando Enero ya está instalada con fuerza la puja distributiva. Los titulares exhiben la convergencia de dos de las vulnerabilidades de la “Política Económica” (?), como son: estrechez fiscal (actualización del mínimo no imponible) e inflación (negociaciones salariales). La simultaneidad de ambos conflictos, no obstante, no debe llamar a confusión. Se trata de dos cuestiones independientes, más allá de la maliciosa intención oficial de forzar su tratamiento conjunto. La actualización del salario con el objeto de recuperar su poder de compra esmerilado por el incremento de los precios, bajo ningún concepto podría compensarse -como se pretende instalar desde el poder- con la justa restauración de la condición de no contribuyente que el trabajador presentaba frente al impuesto, al momento en que arbitrariamente se congeló el umbral a partir del que se tributa el gravamen. Aceptar lo contrario, sería otorgarle carácter de conquista a lo que no es sino la devolución de un despojo. El carácter de contribuyente debiera obedecer a criterios de orden tributario y no a la mera desactualización de una magnitud monetaria respecto de la evolución del nivel de precios. Lamentablemente, creo percibir que a raíz de cierta impericia en el planteo de los argumentos, el sector sindical se estaría dejando arrastrar a una falsa discusión de carácter impositivo, cuando el enfoque adecuado es sostener que la base tributaria definida para un impuesto debe ser neutral respecto de la variación del nivel de precios. En rigor, tanto el umbral de tributación como los tramos en que están formuladas las escalas deberían ajustarse periódicamente según la evolución del salario medio de la economía. No estamos discutiendo sobre impuestos sino sobre la restitución de un saqueo.