"EN TIEMPOS DE ENGAÑO GENERALIZADO, DECIR LA VERDAD ES UN ACTO REVOLUCIONARIO"

George Orwell

4 de enero de 2012

La tercera ley de Newton

Muchas veces la física nos provee de herramientas para entender sucesos que exceden su territorio específico. Una manera simple de apreciar la magnitud de un fenómeno es dimensionar la potencia de la acción con que se lo pretende mitigar. Las protestas sociales que por estos días se observan en algunas distritos, como la ciudad de Córdoba, o en las provincias de Río Negro o Santa Cruz -en este caso, "calificada por el vínculo"-, no son sino la manifestación del fin de la bacanal del gasto público, cuyo desborde resulta ya imposible disimular, tanto como evitar el costo político del imprescindible ajuste. Los números no mienten. El presunto milagro del crecimiento de la ocupación, empalidece cuando se advierte que mientras el empleo privado creció un 21% entre 2003 y 2011, el empleo público consolidado lo hizo en un 43%.
Hay que remontarse a José Luis Machinea, o a Domingo Cavallo, en el marco de situaciones abiertamente reconocidas entonces como de emergencia fiscal, para encontrar antecedentes del recorte salarial que se intenta solapadamente llevar a cabo en el sector público, habilitado por la vaguedad de la redacción del artículo 8° del Decreto 324/2011, que el ejecutivo coló en la norma omnibus de reasignación presupuestaria aprobada sobre el cierre de 2011. Lo de "coló", en este caso, está lejos de ser una metáfora, ya que el artículo en cuestión, si bien aplica al año en curso, aparece claramente injertado al final de un articulado que refiere exclusivamente a modificaciones al presupuesto 2011.
El AJUSTE -que en la neolengua K se dice "sintonía fina"- está en marcha, y las primeras escaramuzas no se han hecho esperar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario