"EN TIEMPOS DE ENGAÑO GENERALIZADO, DECIR LA VERDAD ES UN ACTO REVOLUCIONARIO"

George Orwell

17 de marzo de 2011

De ideas escasas y audacias perdidas

Es un valor entendido, excepto para un gobierno que vive en una burbuja, que nuestra educación se deteriora día a día. Las evidencias son más que elocuentes, como tan bien ilustra Alieto Guadagni en este excelente informe. Lo grave es que tampoco a la oposición se le cae alguna idea o, si las tienen, no se animan a exponerlas por temor a ser sepultados por la avalancha del pensamiento predominante, que mi amigo Rodolfo Iribarne, con su proverbial elocuencia, identifica impecablemente con el pesebre (por los burros), y que junto con la batuta de FLACSO y el concurso activo del sindicalismo docente, constituyen los artífices de la decadencia de la educación argentina en los últimos treinta años. 

Bastó que un funcionario del Gobierno de la Ciudad (más allá de lo poco afortunada de la ocasión y la cuestionable forma) desafiara la lógica del statu quo, intentando sugerir al menos la exploración de ideas que se están implementando con éxito en países que no se limitan a lamentarse por sus crisis educativas, para que cayeran sobre él todas las descalificaciones imaginables.
Precísamente en este post del blog CARPE DIEM, se reproduce una emisión del programa de la cadena de TV americana CBS, "60 minutos", donde se expone el avance de una de las iniciativas que se están ensayando en los EEUU, que se me ocurrió incorporar, no porque necesariamente constituya la solución óptima, sino para comparar nuestra virtual resignación respecto a un estado de cosas que se reconoce como practicamente inmodificable, con la apertura mental, la audacia y el espíritu innovador que ponen en juego las sociedades que no viven ancladas en el pasado. El post dice:



“Todos los estados enfrentan enormes problemas presupuestarios, y varios gobernadores han estado buscando economías a través de redefinir el régimen de trabajo de los empleados públicos, como los maestros, apuntando a los paquetes de beneficios y garantías de seguridad laboral que los sindicatos han obtenido en el pasado. Pero, ¿están los profesores dispuestos a renunciar a esa seguridad a cambio de ganar mucho más dinero? Hay una escuela en Nueva York que está tratando de demostrar justamente eso. Es una experiencia nueva y audaz en la educación pública denominada “TEP”, que significa “El Proyecto Equidad”, una escuela “charter”, que se financia con fondos públicos pero es de gestión privada. Está ofreciendo  a sus maestros u$s 125,000 al año, más del doble del salario medio nacional. TEP tiene como objetivo demostrar que lograr el concurso de los mejores y más brillantes profesores, haciéndolos responsables de los resultados, es el ingrediente esencial para el éxito de la escuela ¿Podrá esta escuela convertirse en un modelo nacional para el futuro de la educación pública? Esa es la pregunta de los u$s 125.000.”

Notable diferencia con nuestro caso, donde la evaluación de la calidad educativa es un tabú, a punto tal que el art. 97 de la Ley de Educación (N° 26.206) llega al incalificable absurdo de prohibir la difusión de los resultados de las evaluaciones, lo que significa negarle a los padres el elemental derecho a conocer el nivel de la educación que reciben sus hijos.

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