"EN TIEMPOS DE ENGAÑO GENERALIZADO, DECIR LA VERDAD ES UN ACTO REVOLUCIONARIO"

George Orwell

21 de marzo de 2011

Cristina en el país del INDEC

Participo de la amarga decepción de quienes estamos tristemente preocupados por la escasa condena social a la falsificación de las estadísticas públicas, que avanza hoy peligrosamente hacia la persecución de quienes  pretenden ejercer su derecho a revelar la estafa. En el excelente blog Colectivo Económico, Jorge Streb parece abordar la misma inquietud bajo el piadoso título:              "¿ Por qué la ciudadanía tolera la distorsión del IPC ?"

El interesante análisis concluye que el problema es institucional. Dice Jorge Streb:  "El estado de derecho depende de una justicia independiente, pero la independencia judicial depende a su vez de los contrapesos políticos al poder ejecutivo. Estos contrapesos son endógenos. Si la población decide concentrar el poder en una sola persona, votando un gobierno unificado que controla tanto la Presidencia de la Nación como el Congreso de la Nación, como sucedió entre el 2003 y el 2009, entonces una sola fuerza política puede hacer y deshacer a su antojo."


Cuando uno verifica que las módicas acciones adoptadas por el gobierno para intentar disfrazar el indisimulable mamarracho provienen exclusivamente de la presión externa (FMI, G20), no puede menos que validar  la propuesta de Jorge Avila, cuando sostiene que "el único antidoto contra la barbarie que conocemos como riesgo argentino, es la subordinación voluntaria de parte de legislación nacional a un conjunto de reglas y pactos supranacionales".

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