El viernes último, con muy pocas horas de diferencia, pero a 11.087 Km de distancia, mientras 500.000 ingleses estaban actuando de comparsas en la película más delicada filmada por la monarquía británica desde la muerte de Diana en 1997, 300.000 argentinos hacían lo propio en nuestra propia versión populista del intento de esconder las fracturas de una desvertebración social que empiezan a emerger.
Las dos escenas tenían que ver con sendas uniones (Kate y William - Cris y Hugo), en ambas sobrevolaban fantasmas (Diana y Néstor). El montaje común obedece al conocido guión "Que todo cambie para que nada cambie"
La anterior versión inglesa (Diana y Carlos) empezó como cuento de hadas y terminó en pesadilla. Se me ocurre un doble interrogante. Se repetirá el final en la versión inglesa ? .... Y en la nuestra ?
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