Más allá de los otros múltiples planos desde los que se puede abordar el episodio, instancias sobre las que será inevitable reflexionar en próximos posts, admito que siempre me intrigó esa contradictoriamente inconmovible solidez que exhibía el binomio Hebe-Schoklender.
Cuando leí algunas de las características que, entre otras, definen a un psicópata:
"La mentira, el engaño, y la manipulación son talentos naturales en los psicópatas... cuando son pillados en alguna mentira o desafiados con la verdad, rara vez quedan perplejos o desconcertados - cambian simplemente sus historias o procuran reacomodar los hechos de modo que parezcan constantes con respecto a la mentira. El resultado es una serie de declaraciones contradictorias y un oyente profundamente confundido." (Robert Hare)
No pude menos que remitirlas a las que por estos días expone públicamente Sergio Shoklender.
De lo que tampoco caben dudas es que un vínculo tan sólido y duradero con un psicópata demanda otra personalidad similar, es decir, se convierte en un vínculo psicopático.
SS lo tiene absolutamente claro, tanto que designó como defensor al Dr. Adrián Tenca, reconocido especialista en imputabilidad del psicópata.
No hay comentarios:
Publicar un comentario