El dólar sigue dando que hablar,
como cada vez que se intentó en el pasado manipular artificialmente su comercio. Entre las abundantes
referencias no he advertido, sin embargo, que se ponga de relieve una
característica que convierte en inédita a
la actual circunstancia. Hecha la salvedad de la relatividad de mi
memoria, no recuerdo que en anteriores experiencias de control de cambios, la
posibilidad de arbitrar las cotizaciones local y externa de títulos o acciones
diera lugar a la emergencia de una cotización paralela, pero de legalidad
incuestionable. Este desdoblamiento cambiario "de facto" está siendo ignorado en la mayoría de los
análisis, que repiten el latiguillo de estigmatizar como ilegal la cotización
del hoy llamado “blue”. Es entendible
que la precariedad conceptual de los “aplaudidores
seriales” no alcance a percibir la sutileza. No lo es tanto, en cambio, la virtual
ignorancia del fenómeno, en abordajes más serios acerca de las particularidades de la
coyuntura económica. Sin minimizar las complejidades propias de las transacciones
que se cursan por ese mercado -genéricamente conocido como “contado con liqui”- lo cierto es que entregan una referencia
absolutamente legal que no sería inopinado tener en cuenta en algunas circunstancias. Entre muchas consideraciones que se me ocurren, no resulta acaso
conjeturable que pueda existir alguna paridad a la que resulte tentadora la
adquisición de activos locales ?
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