Los datos de
empleo en EEUU son siempre esperados con atención por los mercados, ya que son
decisivos para la construcción de expectativas respecto del nivel de actividad,
que -naturalmente- gravitan decisivamente en las cotizaciones, no
sólo de Wall Street, sino del resto del mundo.
Es fácil
advertir, entonces, el impacto que podría tener para la economía mundial la revelación hecha anoche en Tecnópolis por Cristina Fernández, al anunciar que
el desempleo real en la primera economía del mundo alcanza nada menos que al 16%. La apertura
de los mercados no indica que le hayan otorgado crédito alguno al exabrupto presidencial,
lo que pone en evidencia que en el orden internacional se la escucha como a una
caricatura bizarra, propia de una galería de personajes como Haffaz Alladeen,
aquel desopilante Jefe de Estado encarnado por el genial Sacha Baron Cohen en “El Dictador”. Lanata advertía, días
pasados, que era conveniente sacarle el twitter. Me parece que se quedó corto.
La incontinencia verbal es igualmente peligrosa.
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